Paros y Pactos.
El
año pasado fue un año del resurgir de movilizaciones sociales y populares,
encabezadas por organizaciones y procesos que persistieron ante el embate del
gobierno Uribe y la política de
“seguridad democrática” y otros que se formaron alrededor de problemas
puntuales aumentados por las locomotoras del desarrollo del Plan de gobierno de
Juan Manuel Santos.
Paperos,
cafeteros, indígenas, cebolleros, lecheros, estudiantes, sindicatos y procesos
comunales levantaron la voz y su fuerza para enfrentar las injusticias, la
pobreza, el desempleo, los Tratados de
Libre Comercio (TLC), la precarización laboral y un sinfín de problemas
sociales, políticos y económicos que marcan la cotidianidad del capitalismo
dependiente y voraz colombiano.
Estas
luchas pusieron a tambalear la legitimidad política del régimen de Santos y
dieron aliento para seguir en la levantándonos por la justicia, la vida y la
naturaleza; Sin embargo al mismo tiempo se generó dispersión entre los sectores
que salimos a las calles. En el país actualmente existen más de 80 mesas de
negociación de los distintos sectores mayormente del sector agrario, es así
como organizaciones locales regionales y nacionales negocian, con alcaldías
gobernaciones y ministerios pliegos parecidos o iguales dando ventaja por la
dispersión al gobierno nacional que busca dilatar y retener el avance de las
comunidades organizadas.
Al
mismo tiempo, Juan Manuel Santos convoca como salida a la crisis del campo el
llamado “pacto agrario” donde los
terratenientes del país, altos jerarcas de los gremios (Fedecafé, Fedepapa
etc.), dueños de monocultivos y otros riquillos se sientan a charlar y decidir
sobre qué política les favorece más para que las 3000 personas dueñas de
30.000.000 millones de hectáreas de tierras se sigan enriqueciendo.
Para
tratar de lavarle la cara a este nuevo pacto de Chicoral Santos busca que
algunos pequeños productores del país así como representantes de organizaciones
demos el visto bueno y nos sentemos en la mesa sin siquiera tener la oportunidad
de plantear cambios profundos en las leyes y la realidad agraria.
Más represión.
El
gobierno nacional también ha emprendido otras acciones contra la protesta
popular, más allá de la criminalización, la manipulación mediática y otros
embustes, se ha “reforzado” la “seguridad”, motos, cai´s móviles, sistemas
“inteligentes” de vigilancia, redes de informantes y hasta escuadrones de
“choque” del ejército hacen parte del arsenal de la fuerza pública para
reprimir las luchas del pueblo ¿Esa es la paz que pretenden?
¿Qué hacer?
Es
indiscutible la fuerza que ha tomado el movimiento social y popular en nuestro
país; empero las luchas y las movilizaciones populares muchas veces son
adormecidas y minimizadas tanto por el gobierno nacional como por los medios de
comunicación.
Los
acuerdos y negociaciones en gran cantidad de casos sólo quedan en habladuría,
en incumplimientos por parte del gobierno nacional y soluciones a corto plazo.
La
gran cantidad de mesas de negociación y acuerdos incumplidos nos hacen repensar
sobre la ruta a seguir, es decir, mientras el gobierno se sienta a negociar,
por otro lado firman más TLC, traen más policía y aumentan las mentiras en los
medios de comunicación.
Estamos
convencidos de la necesidad de la organización popular y en palabras de José
Antonio Galán en la “Unión de los oprimidos contra los opresores”, por esto al
mismo tiempo que los poderosos se inventaban su pacto agrario, de las
organizaciones populares nacían ideas de encuentro y de unificación de la
lucha, es así como en diciembre de 2013 nos convocamos al lanzamiento de la
Cumbre Agraria Campesina étnica y popular en la Universidad Nacional.
A
este lanzamiento asistieron representantes de procesos populares campesinos
como el Coordinador Nacional Agrario CNA,
y la Mesa de interlocución y Acuerdo MIA,
la Mesa de Unidad Agraria MUA;
también asistieron representantes de la Organización Nacional Indígena de
Colombia ONIC, el Proceso de
Comunidades Negras PCN y plataformas
de lucha popular como Marcha Patriótica
y Congreso de los Pueblos.
Buscamos
con esta cumbre tres objetivos principales qué nos lleven a “insistir en lo que
nos une y dejar lo que nos divide” el primero de ellos es concretar una plataforma
de diálogo con el gobierno, segundo: convocar la unidad de movimiento social y
popular, y tercero: convocar a una nueva jornada de movilización para el mes de
Abril.
Dentro
de los temas que se han venido tratando y se esperan tratar están los siguientes:
1.
Territorio
y territorialidad.
2.
Modelo
de despojo vs economía propia.
3.
Cultivos
de amapola, coca y marihuana.
4.
Paz
y solución política al conflicto social y armado.
5.
Minero
energético
6.
Ciudad.
Apostamos
por la construcción de un país con vida Digna y soberanía popular, creemos que
ante las arremetidas del régimen es necesario redoblar esfuerzos por la unidad
y convocar a todos y todas a la Cumbre Agraria Campesina Étnica y popular los
días 15, 16 y 17 de Marzo de 2014 en la ciudad de Bogotá.
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