Por: Sebastián Contreras Vargas - Asociación
Nacional de Jóvenes y Estudiantes de Colombia ANJECO-BOYACÁ
La
respuesta de los jóvenes estudiantes boyacenses ante el capitalismo académico y
mercantilización de la educación, ha sido la protesta social, los estudiantes
son el ejemplo de la rebelión de quienes no quieren ser clientes. En el último
año los estudiantes han paralizado en repetidas ocasiones la capital de Boyacá,
más de 5.000 estudiantes se manifestaron en las marchas por la reducción en el
costo de las matrículas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia UPTC,
en medio de arduos debates jurídicos, la
balanza entre la prevalencia de estabilidad financiera neoliberal (del lado de
la oligarquía) y la capacidad social de
pago de las familias más pobres (del lado de la clase popular), se va
inclinando hacia las reivindicaciones populares, donde se lograron
beneficios para el 81,7 % de los estudiantes de la universidad y matriculas de
hasta $77.400 para los estudiantes de más bajos recursos[i].
Jóvenes
y estudiantes rurales, niñas y niños de las 363 instituciones educativas de
educación media de 123 municipios boyacenses, jóvenes que viven en sectores
urbanos y más de 60.000[ii] estudiantes que se aproxima están
matriculados en la Institución de Educación Superior –IES-, hacen parte de una
población de 310.817[iii] jóvenes (14 a 28 años), que constituyen toda
la población juvenil en Boyacá, y son los sujetos políticos llamados a la cualificación
para nutrir los procesos y las formas de participación e integración de los
jóvenes en campos y ciudades.
Sobre
el joven rural, según las estadísticas del DANE (órgano oficialista) el 23% de
los jóvenes rurales completó la educación básica secundaria, el 10.2% la
técnica profesional o tecnológica, el 8.2% la universitaria y el 3.4% el
postgrado, lo que desde el mismo Estado permite admitir que existe un abandono
institucional del 77% de jóvenes rurales que no alcanzan siquiera la educación
básica secundaria.
La
tasa bruta de cobertura para educación primaria equivale a 65.934 estudiantes,
para secundaria básica 54.141 y secundaria media 22.538, esta tasa para 2017
decreció en comparación con la anterior en (1,74 %) y (3,93 %) respectivamente,
muchos de estos niños son hijos de campesinos, vendedores ambulantes o madres
cabeza de familia, sin condiciones económicas para pagar el estudio de sus
hijos; he aquí una contradicción interna del capital: a pesar que el Gobierno le apunta a la cobertura de la educación para
el moldeamiento y la tecnificación, no lo pueden hacer porque las condiciones
de los trabajadores explotados no alcanzan ni para reproducir la alienación de
la educación tecnificada en su hijos.
La
juventud urbana es perseguida y reprimida continuamente por la Fuerza Pública,
esto lo demuestran ciudades como Tunja, Duitama y Sogamoso, donde hay más de
300 denuncias por abuso de autoridad en comunidades de arte y cultura;
muralistas, deportistas como skaters, ciclistas o lideres juveniles de
organizaciones sociales, por dar un ejemplo el caso de un joven que fue
brutalmente empalado con un bolillo de policía en la ciudad de Tunja, todo en
el marco de los falsos positivos judiciales, el desborde de poder represivo del
Estado representado en el código de policía y la cacería de brujas que se tiene
contra las organizaciones sociales que le hacen resistencia a las políticas del Gobierno.
La
explicación se puede abordar desde el punto de vista de las condiciones
laborales de nuestros jóvenes y la política miliciana del Estado, según la pág
JUACO de la presidencia de la república para Boyacá hay una población joven
recluida en el INPEC de 1,755 jóvenes, en cuentas nacionales en los últimos
años se incrementó la tasa de jóvenes desempleados que no están estudiando en 9
puntos desde 2015 (ver gráfica
relacionada al final de este documento)[iv], un joven de escasos
recursos en Boyacá tiene en términos reales de sobrevivencia tres opciones,
I. trabaja para estudiar, pero desde el
sistema de créditos de la universidad le piden que estudie 3 horas por cada
crédito de 21 créditos que debe inscribir y en su trabajo que lo enajena de su
condición de estudiante le exigen turnos de 8 horas, de manera tal que al final
de cuentas se completan las 24 horas del día sin derecho a dormir ni comer, II.
Se enlista en la Policía Nacional o el Ejército Nacional, para poder subsistir
y se amolda a la educación castrense que promueve la guerra y la defensa de la
clase burguesa y el estatus quo y III. Se endeuda con las entidades bancarias
de financiarización de la educación (Ejm. ICETEX) y compromete su fuerza de
trabajo futura a la reproducción del capital.
Según
el SNIES[v] , en Boyacá tienen
presencia 15 instituciones de educación superior, de las cuales 7 son
oficiales, todas las instituciones oficiales plantean su administración
pública, en el imperativo de la OCDE, que postula que los países en desarrollo
deben aumentar la instrucción educativa para ser competitivos en el mercado
global, pues la educación se ve como un medio para que los países pobres
accedan a la riqueza, esto por supuesto es falso, incluso dentro del modelo
capitalista, pues mejorar la educación
especializada no eleva las condiciones de bienestar de la sociedad en su
conjunto, lo que hace es crear pequeño burgueses eruditos, que tienden a irse
del país o beneficiarse de la universidad empresarial. Ejemplo de lo
anterior es el caso de la UPTC y su reforma a la malla curricular que se
orienta hacia la especialización técnica, el SENA que busca ubicar trabajadores
especializados en el mundo laboral, con el fin de gestar una división social
del trabajo que permita la acumulación de capital; pero por otro lado en Boyacá
las IES de tipo empresarial y de élite, son universidades con elevadas
matrículas y gastos de permanencia, juntan a las élites con pequeño burgueses y
lumpen proletariados, que por mantener las migajas de pan que caen de la mesa
de las élites, no se revelan por su liberación; a cambio de esta complicidad
reconducida, la clase burguesa les permite seguirse tecnificando, esto puede
pasar tanto en IES oficiales como privadas. Para el caso de Boyacá, traigo a
colación la Universidad Santo Tomás o la Uniboyacá, donde a pesar de las luchas
estudiantiles que resisten el carácter empresarial de las IES, es innegable, su
visión elitista, nótese no más que la diferencia en el costo de la matricula es
en promedio de 4 millones de pesos respecto una universidad como la UPTC.
La
protesta social se ha tomado el qué hacer de los estudiantes, en el último
semestre en Boyacá, se han realizado diferentes marchas y se participó de un
paro nacional universitario en torno a las reivindicaciones de la Unión
Nacional de Estudiantes de Educación Superior UNEES, y algunas universidades
por pliegos locales como es el caso de la , donde se ha logrado ponerle freno al avance
de la reforma curricular, se lucha por la aprobación de elección directa del
rector y en medio de estas dinámicas se ha avanzado hacia la construcción del
Consejo Estudiantil Upetecista.
La
educación es un campo de batalla, que tiene que librar los jóvenes junto con el
pueblo, la respuesta está en la rebeldía organizada a través de la conciencia
de clase, es por eso que los jóvenes y estudiantes en Boyacá estamos creando
grupos de estudio y trabajo que llevan a la praxis y transformación de la
sociedad, diferentes espacios culturales y artísticos que permitan al joven
emanciparse de la sociedad del consumo, escenarios de lucha por el ambiente y
la soberanía del territorio desde la investigación acción participativa en
rellenos sanitarios como es el caso de Pirgua, pedagogía en DDHH mediante
talleres populares, redes de apoyo sobre los mismos y eventos de recreación y
deporte que le permitan al joven boyacense, alternativas de realización de sus
vidas, diferentes a la militarización de la sociedad u otras propias de las
dinámicas de mercantilización.
La
comunicación contrahegemónica, popular y autogestionada es una herramienta que
debemos utilizar los jóvenes en Boyacá, para denunciar la represión estatal,
posicionar nuestras justas luchas y es fuente creadora de conciencia de clase,
los jóvenes Boyacenses están en condición de resistencia contra la
mercantilización de la sociedad, bajo el horizonte estratégico de la vida
digna, el camino es largo, no nos han detenido, hemos reconocido que falta
mucho, pero mientras exista una semilla de revolución en la juventud, seguimos
en pie de lucha.
Anexo
Grafica
de jóvenes desempleados que no están estudiando a nivel nacional.
[i]
Ver proyecto de actualización de metodología para el cobro de las matrículas de
pregrado de la Uptc. https://goo.gl/sPWeQT
[ii]
Según cifras del ministerio de educación para 2017 existía una tasa de
cobertura de 61.811 estudiantes matriculados en IES del departamento.
[iii]
Según estadísticas del DANE para el año 2017.
[iv]
Ver gráfica de la pág http://obs.colombiajoven.gov.co/QueEsJuaco.aspx
relacionada al final de este documento.
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