Publicado el Viernes, 18 de
Enero del 2015
El pasado 7 de septiembre,
el juzgado 56 penal de Bogotá condenó a Luis Afrodis Sandoval por la masacre
cometida contra 15 personas en el Páramo de la Sarna, departamento de Boyacá,
en diciembre de 2001. El condenado era integrante de una estructura paramilitar
conocida como Autodefensas Campesinas del Casanare, y además actuaba en
coordinación con la policía y el ejército y trabajaba como informante para esas
instituciones.
Esta condena se produce
luego de una ardua lucha que libraron las víctimas y la comunidad, con el
acompañamiento jurídico del Colectivo de Abogados ‘José Alvear Restrepo’, a fin
de obtener verdad, justicia y reparación por tan aberrante hecho.
foto de archivo |
La decisión del juzgado
ordena que se investigue al coronel Jaime Esguerra Santos, excomandante del
Batallón de Artillería n.° 1 Tarqui, por omitir “sus deberes como garante de la
seguridad de la región, al no adoptar los mecanismos correspondientes para
perseguir a las autodefensas que se desplazaban libre y tranquilamente por la
región”. Igualmente, contra los policías y un fiscal que pudieron haber
recibido 15 millones de pesos para dejar libres a los autores de la masacre.
También se ordenó investigar al exgobernador de Casanare, Nelson Mariño, por su autoría intelectual en el asesinato de cinco personas cometido por el paramilitar Arquímedes Pérez Parra, alias Gavilán.
foto de archivo |
Los
hechos de la masacre
El 1 de diciembre del 2001
fueron asesinadas 15 personas que viajaban en la ruta Sogamoso –
Labranzagrande. A este atroz crimen se le conoció como la masacre del Páramo de
la Sarna.
El bus en el que se
transportaban las víctimas salió de Sogamoso a las 6 :30 de la mañana. Allí iba
uno de los sicarios, quien al llegar al Páramo obligó al conductor a parar el
vehículo. En el lugar esperaban otros hombres armados. Éstos obligaron a los
pasajeros a bajar del bus y acostarse boca abajo en la carretera, donde les
dispararon a todos. Sólo sobrevivieron tres personas: una anciana que era la
tía del conductor y dos menores de edad.
Las víctimas de la masacre
eran pobladores de Pisba, Paya y Labranzagrande, lo cual fue corroborado por
organizaciones sociales y algunos párrocos de la región. A pesar de esto, en
los medios masivos de comunicación se difundió la versión que dieron las
autoridades: que los pasajeros eran señalados de ser guerrilleros del ELN.
Esta masacre estuvo
antecedida por hechos que son materia de investigación, tales como la
existencia de un retén del ejército y del DAS en el sector, que para el día del
crimen día fue retirado de manera injustificada.
Otro aspecto a tener en
cuenta es que con esa masacre se inició la implantación de la estrategia
paramilitar en el departamento de Boyacá, ya que el hecho se ejecutó sobre la
vía que unía a Sogamoso con la provincia de la Libertad, sector de difícil
acceso para la fuerza pública.
Otra de las hipótesis que
se tiene respecto a los motivos de la masacre, es que en el bus viajaban
integrantes de varios sindicatos que venían realizando un trabajo importante
con las comunidades de Casanare, como es el Caso de Isidro Alba, quien era reconocido
por su labor como docente.
Desde las víctimas, la
comunidad y las organizaciones sociales de Derechos Humanos se continúa
exigiendo verdad, justicia, reparación integral y castigo a los responsables
materiales e intelectuales.
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